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“MÁS HIJOS DE LA GUERRA LLEGARÁN A CASA”, INVESTIGACIÓN REGIONAL DESTACADA EN EL IX ENCUENTRO DE PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN EN COLOMBIA

La periodista colombiana, Constanza Bruno Solera, presentará los resultados de la investigación "Más hijos de la guerra llegarán a casa", realizada en el departameto de Córdoba en 2015 con el acompañamiento de editores de Consejo de Redacción.

En el reportaje Constanza presenta la lecciones que dejó la desmovilización de los grupos de autodefensas y las dificultades que ha atravesado el proceso de reintegración como el cambio continuo de legislación y la falta de coordinación entre las entidades gubernamentales y las empresas para brindar opciones laborales a los ex integrantes de estos grupos al margen de la ley.

 

El trabajo tiene varias infografías con las cifras de la desmovilización en Córdoba, el número de desmovilizados y homicidios por municipio, y cuántas personas han completado la ruta de reintegración en este departamento.

 

Constanza, en la siguiente entrevista comparte el desafío que significó para ella hacer la investigación, retos y las técnicas que utilizó para llegar a una publicación de calidad.

 

¿Cómo fue el proceso para hacer la investigación "Más hijos de la guerra llegarán a casa"?

 

Para iniciar el proceso de la investigación: Más hijos de la guerra llegarán a casa,  emprendí una aventura, aceptando primero la invitación de Consejo de Redacción de asistir al taller para periodistas ‘La cobertura periodística del conflicto y la paz’, realizado el 26 y 27 de noviembre de 2014 en la ciudad de Medellín, cuyos talleristas fueron Ginna Morelo y Fabio Posada. De ellos aprendí a construir una agenda en temas de reconciliación y paz, y qué lenguaje utilizar a la hora de construir narrativas para contar historias de paz, conflicto y posconflicto. Fueron aprendizajes acordes con el proceso de paz que vive el país y cuyas conversaciones se cumplen en La Habana entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc.

 

Nuevamente, el 24 y 25 de enero de 2015 nos volvieron a dictar otro taller para analizar las propuestas de investigación y recibir las orientaciones de talleristas como Bibiana Mercado y Gloria Castrillón, a quien seleccioné para que fuese mi editora y en efecto fue asignada como tal.

 

Me sentí como en misión imposible: “Tu misión, si decides aceptarla…. es hacer las cosas bien, poniendo en práctica lo aprendido.

 

Aquí no había un casete que se destruía en 15 segundos, como en la película. Lo que había era un compromiso para buscar evidencias representadas en entrevistas y revisión y análisis de bases de datos.

 

Fue así como emprendí la investigación viajando en abril de 2015 de la ciudad de Medellín hacia el departamento de Córdoba, donde finalmente seleccioné a tres municipios para adelantar las entrevistas: Cereté, Montería y Tierralta. Allí puse en práctica las técnicas y herramientas de periodismo de investigación, desarrollando la matriz Data Rakers y haciendo uso de las bases públicas,  archivos e informes de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Defensoría del Pueblo, Fiscalía, Policía Nacional, empresas privadas, la Curia Episcopal, la Universidad de Córdoba, sociólogos, el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Misión de Apoyo (MAP OEA), la Mesa de Víctimas y desmovilizados.

 

En tierras sinuanas, de donde soy nativa, permanecí un mes. Pude implementar la hoja de ruta de la investigación periodística. Todo lo anterior lo cumplí teniendo presente las reglas de autoprotección y minimización de riesgos enseñadas por Jonathan Bock y Emmanuel Vargas, de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip).

 

¿Cuánto tiempo le llevó hacer la reportería y redacción?

 

La reportería tardó tres meses, de los cuales uno de ellos fue en Córdoba y el resto por contactos telefónicos y correos electrónicos, necesarios para perfilar, ampliar y actualizar datos.

 

Luego de disponer de un tiempo previo de tres días para desgrabar las entrevistas, de otros dos días para seleccionar la información y analizar los datos y cifras suministradas por las entidades, tardé una semana en la redacción final del informe.

 

De acuerdo con su investigación ¿cuáles han sido las principales fallas en el proceso de la desmovilización de las AUC?

 

Las principales fallas en el proceso de desmovilización de las AUC en Córdoba son en su orden:

  1. La falta de preparación e información de la población civil por parte del Estado. Es necesario preparar a la sociedad para recibir a los desmovilizados con tiempo anticipado, especialmente a la comunidad de las zonas especiales o en conflicto.

  2. La falta de oportunidades laborales. Es claro que sin empleo no hay reintegración completa.

  3. La alta estigmatización, originaron la reincidencia de desmovilizados que se rearmaron y ahora conforman las bandas criminales.

  4. La descoordinación entre la ACR, las alcaldías y las empresas privadas. No hay corresponsabilidad entre estas dos últimas. Las entidades estatales trabajan como ruedas sueltas.

  5. El cambio continuo de legislación y la descoordinación entre las ramas del poder público en la expedición y aplicación de leyes para la desmovilización, desarme y reintegración.

  6. El fracaso de los proyectos productivos.

 

¿Cuáles fueron los mayores obstáculos o retos para hacer la investigación?

 

En realidad supe desde un comienzo que no iba a ser fácil. Primero: por la limitación geográfica (Yo vivo en Medellín). Segundo: porque el tema de los desmovilizados es un punto neurálgico en un departamento como Córdoba. El principal obstáculo fue acceder a entrevistar a los directores de las entidades estatales (me hicieron ir varias veces porque estaban ocupados). La primera que tardó en suministrarme la información fue la ACR, luego la Fiscalía y después el Centro Nacional de Memoria Histórica. (Previo a las entrevistas me solicitaron que les enviara un cuestionario con los temas a tratar).

 

Visité tres empresas, pero solo el gerente de una de ellas me atendió. Para acceder a la voz oficial de la ACR y el CNMH necesité de la autorización de las oficinas principales en Bogotá. En la primera a través de derecho de petición, luego de haber recibido dos horas de inducción por parte de la directora sobre el funcionamiento del programa. En la segunda, me suministraron la información luego del apoyo brindado por mi editora Gloria Castrillón.

 

Siempre en una investigación queda alguien a quien nos hubiese gustado entrevistar. En mi caso quedé con el sinsabor por no tener el tiempo suficiente para solicitar autorización e ingresar a la cárcel Las Mercedes, en Montería, con el fin de entrevistar a un desmovilizado que perdió los beneficios y fue excluido de la ruta de reintegración por reincidir en la comisión de delitos.

 

¿Cómo definieron usted y su editor el formato para contar esta investigación? ¿Qué herramientas usaron?

 

En conversaciones a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas permanentes entre mi editora y yo definimos finalmente utilizar el formato del reportaje para abordar el desarrollo de la investigación, acompañados por fotografías de archivos y actuales. La labor periodística tuvo como valioso complemento las infografías y gráficas interactivas diseñadas y ambientadas por Claudia Báez, coordinadora del proyecto la Cobertura del Conflicto y la Paz.

 

Crédito foto: Ivonne Bula. (Entrevistando a uno de los desmovilizados de las AUC).

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